EN VIENA HAY NUMEROSOS cementerios. Casi cada Bezirk tiene el suyo. Pero el más famoso es, sin duda, el Zentralfriedhoff, que está en el distrito de Semmering. Fue construido a finales del siglo XIX y principios del XX cuando los cementerios más antiguos se quedaron pequeños, y es una gigantesca extensión mortuoria. El alcalde que lo habilitó, conociendo la naturaleza enormemente clasista y vanidosa de los vieneses, se trajo los restos de muchos personajes famosos (compositores, artistas, políticos…) para que los vieneses más pudientes accedieran a ir enterrándose en aquel lugar nuevo y sin ningún pedigree.  

ASÍ, LA NÓMINA DE DIFUNTOS que han ido a dar con sus huesos (y nunca mejor dicho) en el Cementerio Central, es absolutamente apabuyante. En él están enterrados, además, todos los presidentes de la república austríaca, en una explanada frente a la imponente capilla art nouveau y algunos personajes francamente curiosos, como Falco (cuya tumba tiene el estilo excesivo del que él hizo gala en vida) o Mary Vetsera, la amante del Kronprinz Rudolph, único hijo varón de Franz Joseph y la emperatriz Sissi, que murió en extrañas circunstancias. Los huesos de esta pobre mujer, Vetsera, han sufrido un ir y venir a lo largo del último siglo que ha incluido un expolio por parte de las tropas bolcheviques y un saqueo por parte de un medicastro de turbios propósitos, ansioso de probar las teorías que sostienen que el Kronprinz Rudolph fue asesinado debido a motivaciones políticas que nada tenían que ver con las penas de amor. 

OTRO CEMENTERIOfamoso es el cementerio barroco de Sankt Marx, que resulta un lugar enormemente apacible para pasear, sobre todo en primavera. En Sank Marx se encuentran los restos de Mozart. Existe un monumento conmemorativo que muchos toman por la lápida oficial. Pero no hay tal, porque no se sabe con exactitud dónde reposan los restos del genio de la música. El pedrusco en cuestión marca el lugar en donde estuvo la fosa común en donde fueron depositados los restos del compositor (que, pese a su relativo buen pasar, se encontró a la hora de su muerte algo corto de efectivo). Por ahí rueda la que dicen que es su calavera (identificación que se apoya en ciertos datos forenses, pero lo cierto es que nunca se sabrá con exactitud si esa caja craneana contuvo el cerebro con más talento para la armonía de la historia. 

Sic transit gloria mundi.

Monumento conmemorativo de Mozart en Sankt Marx