El dinero es un tema importante cuando se va de turismo, y Austria no resulta una excepción. Austria es un país bastante rico, al menos eso es lo que dicen las estadísticas, y eso significa que, para según qué cosas, resulta algo caro. Por este motivo es más que recomendable viajar armado de alguna tarjeta de crédito de estas que se aceptan en todas partes…

Pero cuidado, en Austria el tema de las tarjetas de crédito aún no ha calado suficiente en la sociedad, y eso significa que no en todas partes nos van a aceptar el pago con ellas. Cualquier establecimiento directamente relacionado con el turismo, como por ejemplo hoteles y restaurantes, aceptan el pago con tarjeta de crédito con toda seguridad. Pero otros establecimientos, como los supermercados (¡tampoco las grandes cadenas!), no aceptan el pago con ninguna tarjeta de crédito (ni Visa, ni MasterCard, ni nada), tan sólo con un tipo especial de tarjeta de débito llamada Maestro. Atención pues al pretender comprar en el super algo para la cena o los bombones de Mozart.

Al no aceptarnos nuestra flamante tarjeta de crédito, seremos enviados a un cajero automático, llamados Bankomat por los nativos. Estos cajeros suelen estar en la calle, y son reconocibles por su logo de color verde y azul. Todos los cajeros automáticos en Austria pertenecen a la red Bankomat, y todos son (prácticamente) iguales. Sacar dinero de ellos con una tarjeta extranjera supone una comisión bastante jugosa, así que resulta conveniente llevar algo más de efectivo del normal.