Visitar Viena es todo un gusto para los sentidos y hay un sitio donde el oído se agudiza más que en ningún otro. Lógicamente me refiero a la Ópera de Viena o Staatsoper. Es un edificio mítico de Viena con muchas críticas desde su inauguración allá por 1868. Estas críticas terminaron desgraciadamente en el suicidio y un infarto de sus dos arquitectos que lo habían construido. Es un reclamo turístico importante para la ciudad ya que es un bello edificio por fuera y desde luego en su interior guarda muchos años de historia y cultura.

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Con respecto a las críticias que les hicieron a sus dos arquitectos era porque este edificio era más pequeño que la Ópera- Garnier de Paris y claro en aquella época la rivalidad entre países era brutal. Uno de los críticos fue Francisco José que se quedó tan sorprendido por sus muertes que dejó de criticar a las inauguraciones de otros efidicios.

La primera ópera que se representó aquí fue la clásica Don Giovanni de Mozart que desde luego fue muy bien acogida. Durante 1945 fue bombardeada por confundirse con una estación de trenes por lo que tuvo que ser restaurada e inaugurada unos diez años después.Es sin duda un edifico con muchas historias en un sitio estupendo de Viena. Además es un sitio muy popular ya que en época de Año Nuevo hay una representación a la que todo el mundo quiere ir. Tiene una capacidad para 2000 personas.

El turistas que quiera conocerla en su interior desde luego podrá hacerlo y por un módico precio de 4,5 euros. Su interior es realmente magestuoso y bonito de ver. Además esta visita guiada incluye hablar en castellano y de seguro conocerás muchos secretos y leyendas sobre el edificio. Es uno de los lugares que no debe dejar de visitar ya que merece la pena porque así conceremos un poco más la historia de Viena.