En muchas calles puede verse un cartel azul con una flecha blanca y la palabra Einbahn. Esto no tiene nada que ver con el ferrocarril, sino que nos indica que la calle en cuestión es de dirección única (en el sentido de la flecha). Entrando a cualquier ciudad, es aconsejable seguir las indicaciones Zentrum o un círculo con un punto en medio. Los aparcamientos están indicados mediante la letra P. Si ésta está cubierta por un acento circunflejo, ^, significa que es un garaje cubierto.

Hasta hace poco era obligatorio circular con las luces de cruce encendidas DÍA y NOCHE, tanto en ciudad como en carretera. A pesar de que esta norma dejó de ser obligatoria por rocambolescas presiones políticas, sigue siendo recomendable mantenerlas encendidas durante todo el trayecto, para facilitar el ser vistos por los demás usuarios de la vía.

Durante los meses de frío (entre noviembre y abril, aproximadamente) es muy recomendable montar neumáticos de invierno (Winterreifen), o en su defecto, asegurarse de llevar cadenas en el coche. Hay bastantes carreteras de montaña que no son accesibles durante los meses de invierno: es conveniente informarse para evitarnos desagradables sorpresas.

Los conductores austríacos son, en general, bastante ansiosos. No debe extrañarnos que se peguen a dos metros de nosotros, nos adelanten en lugares más bien dudosos y nos dediquen bocinazos y aspavientos si tardamos más de un segundo en arrancar con el semáforo en verde. Por cierto, antes de ponerse en verde, los semáforos encienden la luz roja y la luz naranja a la vez. Es la señal para engranar la primera.