JOHANNES HEESTERS ES UNA PERSONA que no es conocida fuera del ámbito de habla alemana. Sin embargo, puede decirse, sin temor a equivocarse, que es el showman más longevo del mundo que aún sigue en activo.. El día 5 de Diciembre, Herr Heesters cumplió 104 años. No sé cómo lo celebró, pero el año pasado, el día de su centésimo tercer cumpleaños, Heesters dio un concierto. En la primea fila del patio de butacas estaba sentada su señora que, evidentemente, es algunas décadas más joven que él. 

SIRVA ESTE POST como pequeño homenaje a un superviviente. 

LAS CIFRAS DE SU VIDA SON ESPECTACULARES: Heesters nació en 1903 en los Países Bajos, y muy pronto se especializó en el género de la Opereta (que a los austríacos les chifla). En 1934, a la tierna edad de 31, Heesters hizo su debut en Viena. Durante el período nazi no dejó de trabajar, siendo una de las estrellas UFA más celebradas. De hecho, su última película de guerra la rodó en 1945 y fue una versión filmada de “El Murciélago” de Strauss. Durante esos años, Heesters el incombustible compartió cartel con Marika Rök y con Zarah Leander. Terminada la guerra, el bueno de Johannes hizo facilmente la transición a los nuevos tiempos, y pronto empezó a hacer películas en las que repitió más o menos el papel de galán romántico-musical que le había dado la fama. En 1960, a la edad de cincuenta y siete, se retiró del cine. Con toda la vida por delante, vaya.  

DESDE ENTONCES, han sido frecuentes sus apariciones en radio y televisión. Enviudó en 1985 y tiempo después se volvió a casar. Siempre aparece en los medios impecable, enfundado en su impoluto chaqué y sonriendo con una dentadura que, a sus años, naturalmente, ya es una imitación de la original. 

HEESTERS ASEGURA que su único secreto para la longevidad es trabajar y trabajar. Lo cual, sin duda, es un motivo más que suficiente para sobrevivir. 

POR CIERTO: la longevidad parece ser algo corriente en la familia Heesters. El abuelo del cantante murió a la provecta edad de 108. Así que Johannes está hecho un chavalín.