El Adviento (las cuatro semanas anteriores a la Navidad) es una época muy celebrada y muy sentida por todo el país. La ciudad de Salzburgo no es ninguna excepción a esta regla, y durante el Adviento se viste con mil lucecitas. En Salzburgo y alrededores podemos escoger entre una gran variedad de mercadillos de Navidad, para empaparnos de este tiempo de ilusión.

El más grande y famoso es el Salzburger Christkindlmarkt, que se encuentra en las plazas que rodean a la catedral (Residenzplatz y Domplatz). Un gigantesco abeto domina las más de 80 casetas de madera en las que podemos encontrar adornos navideños para todos los gustos (originales, dudosos, tradicionales), regalos artesanales, equipamiento para superar el invierno (gorros, bufandas, ponchos, guantes, pantuflas, plantillas peludas), ingredientes y accesorios para la elaboración de galletas y dulces de Navidad, sin olvidar por supuesto la variada oferta gastronómica. Hay que prestar atención al horario de apertura: las casetas suelen cerrar a las 20:30, en fin de semana algo más tarde.



(Foto de Toni Palau)
Un mercadillo diferente es el Hellbrunner Adventzauber, situado en los jardines del palacio de Hellbrunn, a las afueras de Salzburgo. Este mercadillo tiene un ambiente especial, como si nos encontráramos ante un calendario de Adviento gigante. Además del mercadillo, se puede visitar la exposición de artesanía en el interior del palacio. Está abierto durante los fines de semana y festivos. No es recomendable ir en coche porque suele haber problemas de aparcamiento. Hay un autobús gratuito desde el centro (en las paradas Makartplatz o Altes Rathaus).



(Foto de Toni Palau)
Otra visita interesante es el mercadillo de Navidad que hay en la fortaleza Festung Hohensalzburg, que domina toda la ciudad. La visita a la fortaleza es muy recomendable, puesto que se trata de uno de los castillos medievales mejor conservados de Europa, ofreciéndonos además impresionantes vistas de la ciudad y de los cercanos Alpes. Después de pasearnos por las salas de los arzobispos, un Glühwein representa el perfecto punto y final a nuestra visita. Se puede llegar a la fortaleza a pie (si estamos en buena forma) o mediante el funicular (Festungsbahn).